miércoles, 21 de noviembre de 2012

Nueva entrada de "Berenice"

No te pierdas la nueva etapa de la novela, y recuerda, si te perdiste algún capítulo de "Berenice" puedes verlo en la columna de la izquierda haciendo click en él.
Gracias a todas las personas que siguen esta historia.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Capítulo 22: Whisky en las rocas

 

BERENICE

CAPÍTULO 22: WHISKY EN LAS ROCAS


HACIENDA “CASTILLA-ALCARAZ”

Junto a los corrales de los caballos, ahora que las cuadras fueron destruidas, Juan se pone su camisa y prosigue su tarea laboral mientras Raquel le observa sin perder detalle. La joven se quita la chaqueta roja para dejar ver la camiseta de tirantes que marca las curvas de sus generosos pechos. La joven lleva un pantalón negro ajustado que marca su anatomía. Justo cuando Juan se da la vuelta para volver a retomar la conversación, su mirada se va inevitablemente hacia el exuberante escote de Raquel.



Juan: Este… (Mirándole los pechos, ella se da cuenta pero se hace la tonta, sonríe con picardía)

Raquel: ¿Sí? Ay, que me da que te comió la lengua el gato, jajaja.

Juan: No, claro que no, es que le iba a… preguntar… Usted no me ha dicho su nombre. ¿Dice que es una vieja amiga de Berenice? ¿En serio?

Raquel: Claro, guapo, nos conocemos desde los 15. Ambas íbamos al mismo instituto en Guaymas.

Juan: Ahm… no sabía.

Raquel: Apenas y recién acabo de llegar a México. He pasado unos años en Europa trabajando como modelo. París, Milán, Barcelona… Ya sabes.

Juan: Sí, imagino… Una vida muy ajetreada, seguramente. ¿Y qué la trae por acá?

Raquel: Bueno vengo para quedarme una temporadita en el campo y descansar, que ya me hacían falta unas buenas vacaciones.

Juan: Me parece bien…. Bueno pues si quiere ver a Berenice, está en la casa, puede tocar a la puerta y seguro la chica de servicio la atenderá sin problema. (Sonríe)

Raquel: OK, bueno pues encantada de conocerte Juan, nos vemos pronto. (Le guiña el ojo) ¡Chaito! ¡Upss! Que se me cae un pendiente….

La joven se agacha a propósito para recogerlo. Juan la mira sin decir nada. El pantalón ajusta las curvas de su trasero y sus caderas. Juan se pone nervioso y trata de rehuir la mirada, mientras Raquel se marcha.

La villana sonríe para sí porque sabe que poco a poco podría seducirlo con la mayor de las tentaciones, la de la carne.


En la mansión, en el salón, Berenice habla por teléfono con un agente de policía.



Berenice: ¿Qué? ¿Dice que Cayetano se mató en un accidente? No puede ser…

Policía: Así es señorita… El cuerpo está casi irreconocible, el coche explotó y calló por un barranco.

Berenice: ¡Ay Dios mío! (Asustada)

Policía: Por la matrícula del auto pudimos dar con el nombre del propietario y pensamos que puede ser él, Cayetano Medina.

Berenice: ¿Están ustedes seguros que el cuerpo que encontraron es el suyo?

Policía: No al 100% pero casi, en estos momentos está en el instituto forense de Guaymas. Van a realizarle unas pruebas de ADN para confirmar nuestras sospechas.

Berenice: Está bien… él no tenía familia que yo sepa así que de mi cuenta corren los gastos de su funeral, ya que era mi empleado.

Policía: Lo siento mucho señorita, cualquier cosa estamos en contacto. La llamaré más tarde.

Berenice: Está bien, chao… y gracias por avisarme. (Colgando el teléfono)

Al mismo tiempo, Raquel aparece por la puerta principal del salón.

Raquel: ¡Hellooo! Berenice… ¡Amiguis! ¿Cuánto tiempo sin verte guapa?

Berenice: ¿Ra… Raquel? (Extrañada)

Raquel: La misma que viste y calza. ¿Qué tal? (La besa en las mejillas)

Berenice: ¿Qué haces tu acá? ¿Cuándo llegaste?

Raquel: Ay amiguis, hoy mismo que vine a la hacienda de mi primo Daniel. Por cierto supe que rompieron, que mal… lo siento mucho.

Berenice: No lo sientas tanto, porque tan a gusto que estoy sin él.

Raquel: Bueno pero cuéntame, cuéntame que has hecho todo este tiempo. ¿A poco y tienes nuevo novio? Anda, dime, dime….

Berenice: Sí, estoy con otro chico. Trabaja acá en la hacienda.

Raquel: Ahm…. Pues qué bien, me alegro mucho, de verdad. Lástima que ya no vayamos a ser casi… como decir… ¿“cuñadas”?

Berenice: Siempre fuimos amigas, eso no cambia, no tiene nada que ver el hecho de que ya no esté con Daniel. (Sonríe) Bueno y qué tal por Londres, cuenta.

Raquel: Genial pero ya tenía ganas de regresar a mi país, voy a quedarme unos meses en casa de Daniel.

Berenice: ¿En serio? Qué bueno. Pues si quieres podemos quedar un día a tomar algo o salir de compras a Hermosillo con Jéssica. ¿Qué dices?

Raquel: Me encantaría, claro que si, para recordar viejos tiempos. Las tres mosqueteras, jajaja.

Berenice: Jajajaja. Si, todavía recuerdo que ese era el apodo con el que nos llamaban en la secundaria. (Sonríe)

Raquel: Siempre junticas a todas partes, ay Bere, las he echado mucho de menos, en verdad que si.

Berenice: Me alegro de volver a verte. ¿Sabes? Lorena se fue ayer para la capital.

Raquel: Qué pena, yo que quería haberla saludado, bueno pues nada otra vez será.

Berenice: ¿Quieres tomar algo? ¿Café?

Raquel: Sí, por favor… pero oye, antes dime dónde está el baño, quiero refrescarme un poco, hace mucho calor hoy para estar ya en pleno otoño.

Berenice: Ya sabes como es el clima acá en Sonora, voy a pedir tu café. Tu pasa con confianza, estás en tu casa. En el pasillo tienes un baño, la primera puerta a la derecha.

La joven modelo se marcha bamboleando las caderas y entra en el aseo. Raquel abre el grifo y comienza a refrescarse la cara y el cuello con el agua. En el espejo ve la imagen de Juan en los corrales, recordándole.

Raquel: Ay Juan… qué me haces que me pones así… por favor… (Refrescándose más con el agua fría)

Pero la chica, sin querer se moja la camiseta de tirantes. El agua hace que la tela marque el contorno de sus pechos y sus pezones. Justo en ese momento, Juan entra en el cuarto de baño y la ve así.



Juan: ¡Ups…! ¡Perdón, perdón…! No sabía que estaba ocupado, yo…. (Cerrando la puerta, avergonzado, nervioso)

Dentro del baño, Raquel se ríe.

Raquel: Jajajaja, ay Raquel, ni adrede te hubiera salido mejor. Ese galán va a ser mío y lo voy a conquistar a como dé lugar…. (Mirando al espejo) Eso te lo juro, estúpida… (Pensando en Berenice y colocándose los pechos más arriba)

Acto seguido, Juan se marcha y sube por las escaleras al piso de arriba, a la recámara que comparte con Berenice. Juan cierra la puerta y se acerca a la ventana.

Juan: Dios…

En ese momento suena su celular, Juan toma la llamada.

Juan: Sí, Rodrigo, díme.


Rodrigo: Buenas, Juan, te llamaba para decirte que Jéssica y yo nos vamos a pasar el fin de semana a Baja California. ¿Se quieren venir con nosotros?

Juan: No, no creo que se pueda, primo. Gracias pero hay mucho que hacer en la hacienda el sábado y el domingo quería salir con Berenice, pero solos ella y yo.

Rodrigo: Ah, ok, bueno pues nada, otra vez será.

Juan: Rodrigo, me ha pasado algo que me tiene…

Rodrigo: ¿Qué te ocurre Juan? Cambiaste el tono de voz.

Juan: Bueno, el caso que una chica, una amiga de Berenice se presentó hoy en la hacienda y…

Rodrigo: ¿Y…? (Extrañado)

Juan: Que… que….

Rodrigo: Que está buenísima, vamos… jajajaja. Juan, eres tonto, eh.

Juan: No te burles que esto muy serio, sí, está guapa la chava, está…. (Recordando sus curvas)

Rodrigo: Pero eso es normal Juan, tenemos ojos en la cara para ver el menú aunque luego no puedas comer nada. (Burlándose)

Juan: ¡Calla menso! Deja de reírte de mí. No quiero que Berenice se dé cuenta.

Rodrigo: ¿Te gusta esa chica?

Juan: No, claro que no, si apenas y la conocí hoy, no es eso. Es…

Rodrigo: Que te pone, vamos, que te pone malo….

Juan: Rodrigo… (Con mal tono)

Rodrigo: Apuesto que está bien sabrosa (Burlándose) así por delante, por detrás, por todos lados…. (Conteniendo la risa) Ay así me gustan a mí, bien mamacitas con su buen par de…

Juan: ¡Yaaa! Como vaya al bar te vas a enterar tú, eh. A mí no me hace gracia.

Rodrigo: Estoy bromeando, Juan. Ya, no le des más importancia de la que tiene. ¿Tú amas a Berenice, no? Pues ya está. Es normal que mires a otras chicas pero de ahí a….

Juan: Ya, si ya lo sé, pero desde que estoy con ella no me había pasado antes, ni siquiera con Lorena.

Rodrigo: Bueno, seamos sinceros, Lorena pues como que no tenía mucha… personalidad

Juan: Me rindo…

Rodrigo: Jajajaja. Lo siento, sólo trato de quitarle hierro al asunto. No te enojes. Por cierto, ni siquiera me has dicho como se llama la chava en cuestión.

Juan: Raquel, se llama Raquel.

Rodrigo: Ayyy que a mi primo le pierden las bubis de la Raquel esa…. Si es que siempre fuiste un goloso.

Juan: ¡Idiotaaaaa! (Colgando el teléfono, enojado)

El chico se queda pensativo mirando por la ventana y es que se siente mal por lo que ha sentido con Raquel. Mientras, en el salón, Raquel ya con su chaqueta puesta se toma el café en compañía de Berenice. Ambas platican sentadas en sendas butacas.



Raquel: Así que ya ves…

Berenice: ¿Y qué piensas hacer?

Raquel: Bueno por lo pronto tomarme vacaciones, y después ya se verá si me sale algo en el D.F. y si no me voy para Miami.

Berenice: No paras, eh… Ni tiempo tendrás para novios y esas cosas.

Raquel: No te creas, que yo tengo lo mío y siempre hay algún chavo detrás de mí. (Sonríe) Es lo que tiene ser famosa.

Berenice: Claro, bueno pues voy a presentarte a Juan, mi novio.

Raquel: Ya le conozco, le vi al llegar a la finca. Estaba alimentando a unos caballos en los corrales.

Berenice: OK, ay Raquel estoy tan feliz, Juan es tan diferente de tu primo…. Son la noche y el día.

Raquel: Me imagino…


HACIENDA “LA MIRANDESA”

Daniel conversa con Diana en el salón de la mansión del villano.



Diana: Tenemos que hacer algo, ese Juan tiene que desaparecer del mapa cuanto antes.

Daniel: Voy a recuperar a Berenice a como dé lugar, ya vas a ver. Ese naco muerto de hambre va a saber quien soy yo.

Diana: Hay que sacarlo de en medio como sea, despreció a mi hija y ahora se va a hacer dueño de la hacienda. Por su culpa Lorena casi se quita la vida.

Daniel: Tú déjame a mí que les voy a dar una sorpresita que no van a olvidar en la vida. Ya verás, mi prima Raquel me va a echar una mano en ello… (Sonríe con malicia)


HACIENDA “CASTILLA-ALCARAZ”

En el dormitorio de Juan y Berenice, el chico se toma una ducha, en el mismo momento en que su novia le sorprende por la espalda besándole el cuello suavemente…



Juan: Mi amor… (Sonríe)

Berenice: Te extraño, mi vida…. (Abrazándolo por la espalda)

Juan: Pero es temprano, ¿Qué horas son?

Berenice: Las siete pero ya es de noche.

Juan: Mmmm…. (Volteando)

Berenice: Te quiero. (Abrazados, se besan)

Juan: Me vuelves loco… (Se besan con deseo) Yo también te extrañaba ya.

Berenice: Me siento tan a gusto contigo, no puedo dejar de pensar en ti ni un solo momento del día.

Juan: ¿Y eso por qué, señorita?

Berenice: Porque te amo, porque eres lo mejor que me ha pasado en la vida, porque te deseo, porque te quiero, porque no podría vivir un día sin ti.

Juan: Mi amor… (Emocionado)

Ambos se abrazan bajo el agua que les cae de la ducha y que calienta sus cuerpos más aún de lo que ya se encuentran por la situación.

Berenice: Prométeme una cosa, por favor…. (Sonríe, le da un beso)

Juan: Qué será…. A ver. (Sonríe)

Berenice: Que nunca me vas a ser infiel.

Juan: ¿Por qué me dices eso ahora? (Extrañado y nervioso)

Berenice: Porque hay muchas chicas por ahí y yo…. Tengo miedo la verdad, miedo que un día te canses de mí y te busques otra mujer mejor que yo…. (Triste)

Juan: Anda, anda, no digas tonterías… Si sabes que te amo a ti, no podría estar con nadie más. Cuántas veces te lo tengo que decir. Ya con Lorena te quedó claro. ¿No?

Berenice: No la nombres… Pero siempre cabe esa posibilidad y los hombres no son como nosotras…

Juan: ¿En serio crees que sería capaz de hacer algo así?

Berenice: No, espero que no…

Juan: Berenice, mírame por favor. (Tomándola de la cara con ambas manos, se miran a los ojos)

Berenice: Te quiero, nunca lo olvides, nunca. (Abrazándolo como si tuviera miedo de perderlo)

Al mismo tiempo Juan, la abraza con ternura, preocupado y arrepentido por haber mirado más de la cuenta a Raquel. La joven Berenice le dice algo al oído y él se ruboriza.

Juan: ¿En serio… quieres? (Guiñándole un ojo)

Berenice: Mmm…. No me preguntes eso, no seas malo.

Juan: Mmmm…. (Agarrándola el trasero) ¿Ah no? Ok… entonces… (Retirando las manos)

Berenice: Eh, eh, eh….

Juan: Jajajaja (Las vuelve a colocar en el mismo lugar)

Ambos se funden en un romántico y a la vez apasionado beso tras la mampara de la ducha, mientras el agua caliente cae sobre ellos. Juan y Berenice se besan más y más, y terminan haciendo el amor en esa ducha. Juan la carga contra la pared y comienza a hacerla suya despacio, muy lento pero constante, Berenice se deja llevar mientras su chico la hace sentir mujer, su mujer. Juan y Berenice hacen el amor con una pasión desmedida al mismo tiempo que se besan con deseo y amor, mucho amor.


UN MÉS MÁS TARDE

CEMENTERIO DE SANTA VICTORIA

Ha pasado un mes desde la muerte de Cayetano… Todos se enteraron gracias a Berenice del trágico accidente, incluido Juan. Diana acude a su tumba a llevarle flores en el cementerio de Santa Victoria. La villana se acerca a la lápida y rompe a llorar.



Diana: Mi amor… (Dejando un ramo de rosas rojas) Te juro que voy a encontrar a quién te hizo esto y lo va a pagar muy caro, ¡Te lo prometo! (Llorando)

Casi a la vez, Berenice la interrumpe. Diana voltea.



Berenice: No sabía que quisieras tanto al capataz, la verdad…

Diana: Lárgate, no pintas nada aquí.

Berenice: ¿Qué crees que no sé lo tuyo con él?

Diana: No sé de que hablas, Cayetano y yo no teníamos nada, él era un empleado y yo su patrona.

Berenice: Si, claro…. Y por eso las rosas rojas… Por favor Diana, deja de verme la cara de estúpida porque no nací ayer. A saber cuanto hace que llevabas acostándote con él.

Diana: Piensa lo que te dé la gana…. ¿Sabes qué? Sí, sí, éramos amantes. ¿Contenta?

Berenice: No tienes vergüenza ninguna, mi padre en coma ya varios meses y tú revolcándote con el capataz…. Eres una cualquiera…

Diana: ¡Cállate, mira quien fue a hablar! ¿Qué te crees que no me di cuenta de lo tuyo con aquel chico en el hospital, con el fulano Oscar?

Berenice: Mejor me voy, paso de discutir contigo. Vine a ponerle unas flores a mi mamá y a mis abuelos, lástima que te encontré acá. No quiero verte por la hacienda así que o te largas al D.F. con Lorena y Álvaro o tú y yo nos vamos a ver las caras. Estás avisada.


HACIENDA “CASTILLA-ALCARAZ”

Juan y Raquel vuelven a encontrarse, esta vez en el salón de la casa.



Raquel: Hola Juan…. ¿Qué tal, cómo te va?

Juan: Bien, Raquel… todo igual que siempre, sin novedad. Ahora hay poco que hacer en la hacienda y…

Raquel: Entiendo, bueno venía a ver a Berenice, pero creo que no está, ¿Verdad?

Juan: No, se marchó a Hermosillo con Jéssica de compras. Llegarán en la noche. ¿Querías algo en particular?

Raquel: No… nada… sólo venía de visita pero cómo dices que va a tardar…

Juan: ¿Quieres tomar algo? Si quieres puedes esperarlas acá, yo voy a subir a mi cuarto, tengo que cambiarme de ropa. Esta noche Berenice y yo vamos a ir a cenar a un restaurante en Guaymas.

Raquel: Me parece perfecto, hacen bien… Bueno pues ya que estás ponme un whisky en las rocas.

Juan: OK… (Se acerca al mueblebar y sirve dos copas) Toma… (Dándole una de ellas)

Raquel: Ay… creo que se me ha caído una pulsera en el cuarto de baño… porque ahora que me doy cuenta no la tengo.

Juan: ¿En cuál, en este de la planta baja? (Dejando su copa en la mesita central del salón)

Raquel: Sí, por favor, pudieras ver si la dejé ahí, ay espero no haberla perdido, es carísima, la compré en París.

Juan: No te preocupes, voy a echar un vistazo, ahora vuelvo. (Se marcha)

Mientras el chico se va, Raquel saca un frasquito de su bolso con un polvo blanco. La villana echa un poco en la copa de Juan y revuelve el whisky con un dedo para disimularlo. Rápidamente vuelve a sentarse en su butaca. Juan regresa.

Raquel: ¿La encontraste? Ay, dime que si.

Juan: No, nada, ni rastro, tal vez la hayas caído en el patio o en tu carro. (Bebiendo de su copa)

Raquel: Qué disgusto…. (Bebiendo de la suya, no le quita ojo a la copa de Juan)


HERMOSILLO, SONORA

En un conocido centro comercial de la ciudad, Jéssica y Berenice pasean mirando los escaparates de la gran cantidad de tiendas que hay en dicho lugar.



Jéssica: Tienes que decírselo a Juan, se va a poner cómo loco de contento, Bere. (Sonríe)

Berenice: Apenas es una falta pero… tal vez… (Sonríe ilusionada)

Jéssica: Ay que “ilu”, que voy a ser tíaaaa. Jajajaja. Amiga, me alegro mucho por ustedes.

Berenice: Gracias Jéssica, bueno cuando esté segura, entonces sí, tú serás la madrina. ¿Quieres?

Jéssica: Genial, vamos a mirar trapitos que si voy a ser madrina necesito ir bien elegante al bautizo.

Berenice: Jajaja, no cambias. Pero si ni siquiera es seguro y si así fuera, aún falta mucho para eso. Eres…. (Sonríe)


HACIENDA “CASTILLA-ALCARAZ”

En el salón de la mansión, Raquel, ayudada por Daniel, carga a Juan a hombros y lo suben a la primera planta para llevarlo a la recámara de Berenice. A la puerta de la habitación Raquel y su primo charlan.



Raquel: Voy a desnudarlo y a meterme con él en la cama. En cuanto te avise, entras a hacer las fotos. Procura que nadie te vea salir luego de la hacienda. ¿Ok? Berenice no llegará hasta la noche y la criada hoy tenía descanso. Estamos sólos. (Sonríe)

Daniel: Perfecto, con esto la estúpida de Berenice va a pagarme por todo lo que me ha hecho. A poco y venga luego a llorarme que el novio la engañó con otra, jajaja.

Raquel: Voy a ello… Recuerda, no me saques la cara. (Entrando en el dormitorio, cierra la puerta)

Dentro del cuarto, Raquel comienza a quitarse la ropa, quedando en tanga únicamente. La villana se pone una peluca rubia. En la cama Juan, sin camisa, y semi-tapado por una sábana permanece dormido, como drogado. Raquel se le sube encima y avisa a su primo.

Raquel: ¡Daniel! ¡Daniel, ya!

El villano entra al dormitorio y toma las fotos con cuidado, procurando que no se le vea la cara a Raquel, sólo a Juan pero de lejos para que no se note que está dormido. Daniel hace varias fotos mientras su prima, sobre Juan, finge estar cabalgándolo. Raquel se cubre los pechos pero en las fotos no se aprecia la realidad. Daniel sienta a Juan en la cama, Raquel le abraza y Daniel hace otra foto. Pareciera que la joven está haciéndole el amor al chico. Es un montaje perfecto.

CONTINUARÁ…

sábado, 17 de noviembre de 2012

Capítulo 21: La mirada de Raquel

BERENICE

CAPÍTULO 21: LA MIRADA DE RAQUEL

GUAYMAS

HOSPITAL CENTRAL DE GUAYMAS

En el pasillo, Óscar sorprende a Berenice y Juan abrazados frente a la ventana. El joven veterinario se acerca a ellos para saludar a la chica.



Óscar: ¿Qué tal Berenice? ¿Cómo te encuentras?

Berenice: Hola Óscar (Sonríe) ¿Cómo tu por acá? No te esperaba, la verdad.

Juan: (Murmurando entre dientes) Ya está otra vez el guapito de cara tocando las narices… (Celoso)

Óscar: Vine a verte porque me enteré esta mañana del incendio que ocurrió ayer en tu hacienda.

Berenice: Ahm… entiendo… Juan, ¿No vas a saludar? (Seria)

Juan: Sí, perdón… Buenos días… este… eras… ¿Octavio?

Óscar: Óscar (Serio), soy el amigo de Berenice.

Juan: Sí, ya te recuerdo… ya.

Berenice: ¿Y quién te contó lo del incendio? ¿Hablaste con Jéssica?

Óscar: En efecto, me encontré con ella y con su novio en el pueblo y ellos me lo contaron todo. Siento mucho el robo y que hayas perdido tanto… de veras.

Juan: ¿Qué es eso que llevas ahí? (Mirándo algo que esconde a la espalda con una mano)

Óscar: ¿Esto? Nada, no es nada… era un pequeño regalo para Berenice pero…

Berenice: A ver, enséñamelo.

El chico le obsequia con un pequeño oso de peluche blanco.

Berenice: ¡Ay que cucada! (Sonríe) Qué bonito, muchas gracias. No tenías por qué traerme nada, hombre.

En ese momento Juan siente que le hierve la sangre por momentos, Óscar y Berenice se miran y ambos sonríen, mientras Juan trata de contenerse, muy serio y celoso, muy celoso.

Óscar: ¿De verdad te gusta? Jéssica fue la que me aconsejó.

Juan: ¿Pero y esa de parte de quien está? (Con mal tono)

Berenice: ¿De que hablas, qué dices, Juan?

Juan: Nada, cosas mías… si me disculpan tengo que irme, tengo trabajo en la hacienda y se me ha hecho tarde… (Molesto) Lo siento. (Se marcha)

Berenice: ¡Juan! ¡No te enojes! ¡Juan! (Preocupada)

El chico se marcha sin despedirse de Berenice ni de Óscar y es que Juan se muere de celos cada vez que ve a Óscar cerca de su novia.

Óscar: ¿Y a este qué le ocurre?

Berenice: Ay Óscar… no debiste regalarme el osito, mira como se ha puesto…

Óscar: ¿Qué pasa que es muy celoso tu novio o qué? Pues lo siento pero tendrá que acostumbrarse ahora que voy a vivir en el pueblo.

Berenice: ¿De qué estás hablando?

Óscar: Berenice… (Se acerca, y ella se pone nerviosa) Yo…

Berenice: Por favor, no…

El chico le toma una mano con ternura. A lo lejos, escondido trás una esquina del pasillo junto al ascensor, Juan lo ve y se marcha en el elevador furioso e indignado.

Óscar: Sé que estás con él pero… la verdad si te soy sincero siempre me gustaste. Siempre, sólo que nunca me atreví a decírtelo. Éramos apenas unos chamacos y… yo…

Berenice: Ay Óscar, creo que estás confundiendo las cosas… Yo… yo te quiero como un buen amigo, la verdad me da mucho gusto haberte visto de nuevo después de tantos años pero…

Óscar: Estuve estudiando Veterinaria en Guadalajara y luego he tenido varios empleos por el país pero siempre quise volver. Finalmente logré encontrar trabajo acá, pero si lo hice fue por ti.

Berenice: ¿Por mí? (Extrañada)

Óscar: Siempre he estado enamorado de ti, Berenice. (Avergonzado)

Berenice: Ay no… (Se retira) No Óscar por favor, no me hagas esto… ahora no.

Óscar: Perdóname por favor, sé que rompiste con Daniel, quien era tu novio ya en el instituto pero no sabía que ahora estabas con el tal Juan.

Berenice: Yo amo a Juan, Óscar, lo amo y no puedes venir a pretender que tú y yo… Además no quiero que esta amistad tan bonita que tuvimos se dañe ahora por esto.

Óscar: No te gusto… ¿Es eso?

Berenice: No es eso, no me entiendes. Eres un chico muy guapo y muy buena persona pero yo no siento lo mismo que tú. Yo sólo te veo como amigo… como un…

Óscar: Por favor ya no sigas, ya, ya sé cómo…

Berenice: Nunca imaginé que yo te gustara. En la secundaría nunca sospeché nada, es más siempre andabas de chava en chava.

Óscar: Porque quería olvidarte y no podía, siempre te quise a ti.

Berenice: Pero yo estaba con Daniel.

Óscar: Y ahora con Juan, está visto que siempre llego tarde a tu vida.

Berenice: No digas eso… estoy segura que hay una chica para ti esperándote. Ya lo verás, pero esa no puedo ser yo.

Óscar: Pero yo te quiero… nunca pude olvidarte. (Tomándola de la cintura)

Berenice: Óscar, no…

En ese momento en que ambos están tan cerca, Óscar está a punto de besarla pero en ese momento les interrumpe Diana.



Diana: Ay perdón… disculpen, qué pena con ustedes… (Con tono de burla)


HACIENDA "LA MIRANDESA"

Una escultural y atractiva joven de cabello oscuro y sensuales y provocadoras curvas desciende de un elegante y lujoso descapotable negro. Únicamente podemos ver sus piernas, un vestido negro ajustando cada rincón de su cuerpo, un sugerente escote y finalmente un pícaro rostro con mucho maquillaje. La joven lleva puestas unas gafas de sol... A las puertas de la mansión le recibe Daniel Miranda.



Daniel: Vaya, vaya, mira quién tenemos acá, la mismísima Raquel Miranda. Cuanto tiempo primita... ¿A qué debo el honor de tu visita?

Escuchamos música incidental.


Junto al coche, la villana voltea, el viento ondea su cabello, la misteriosa joven se quita las gafas y en primer plano su rostro llena la imagen. Raquel es prima de Daniel y acaba de llegar a Santa Victoria.



Raquel: ¿Qué tal Dani? Sí, cuánto tiempo, es verdad. (Se besan en las mejillas)

Daniel: Yo te hacía por Europa o Estados Unidos. ¿Cuándo llegaste a México?

Raquel: Ay mi amor, me cansé de Londres, mucho big ben, mucho inglés, mucha historia, muy bonito todo pero muy aburrido… Además el clima es fatal, nada que ver con mi México adorado.

Daniel: Bueno pues pasa… Iba a salir pero ya que acabas de llegar…

Raquel: Siento no haber venido a tu boda... me acordé mucho ese día pero chico estaba modelando en Milán, tú sabes. (Entrando en la mansión)

Daniel: Berenice y yo rompimos, Raquel.

Raquel: ¿Qué cómo que rompieron? Ay me tienes que contar todo lo que ha pasado con lujo de detalles.

Daniel: No hay mucho que contar, la muy perra ahora anda con otro, un tal Juan, peón de la finca.

Raquel: ¿Qué? ¿Que la naca esa te dejó por un peón? No me lo puedo creer.


HOSPITAL CENTRAL DE GUAYMAS

En el pasillo de la planta en cuestión…



Diana: Ejem… (Tose) Perdón que interrumpa… (Sonríe falsa)

Berenice: Diana, esto no es lo que estás pensando… (Preocupada se retira de Óscar)

Diana: No, claro que no…

Óscar: ¿Diana? ¿Quién es esta mujer?

Diana: La esposa de mi padre… (Con mal tono) Para mi desgracia…

Diana: Mira mijita… a mí me cambias el tonito, porque vengo en son de paz. Voy a ver a Lorena pero antes… Qué maleducada que eres, ni siquiera me has presentado a tu “amiguito”. (Mirándolo de arriba a abajo)

Óscar: Me llamo Óscar, señora, encantado.

Diana: Igualmente, guapo. (Se muerde el labio) ¿Y de donde saliste? No te conocíamos…

Óscar: Fui compañero de Berenice en la secundaria, supongo que cuando su padre enviudó se casó con usted años después por eso no nos conocemos.

Berenice: ¿No dijiste que ibas a ver a Lorena? ¿A qué estás esperando?

Diana: No te sulfures, querida, ya voy, sólo quería ser cortés con tu visita. Por cierto… Oscar… ¿Y tienes novia?

Óscar: No… ahora estoy sólo… (Tímido)

Berenice: Óscar es gay.

Diana: ¿Gay?

Óscar: ¿Cómo que…?

Berenice: Ahora si nos disculpas… tenemos mucho que hablar.

Diana: Está bien, les dejo, un gusto…

Cuando ambos amigos se quedan solos, reanudan la conversación.

Óscar: ¿Por qué le dijiste eso? ¡Eso es mentira!

Berenice: ¿No viste como te miraba esa vieja babosa?

Óscar: ¿Y eso que tiene que ver? A mí la que me gustas eres tú.

Berenice: Vamos a ver si me entiendes. A mí no me importa con quién salgas o dejes de salir pero no me gustaría que te enredaras con ella, es mala gente.

Óscar: Ya, claro y no se te ocurrió otra cosa mejor que decirle que yo…

Berenice: Lo hice por Juan, Óscar, ¡por Juan! Diana nos sorprendió abrazados y si le da por contarle a Juan me voy a meter en un problema por tu culpa. Era la única forma de que no pensara mal.

Óscar: Pues vaya forma de arreglarla… (Con mal tono)

Mientras, en la habitación de Lorena, Diana platica con su hija, quien ya está levantada de la cama. Su madre conversa con ella de pie frente a frente.



Diana: Y va y me dice que es del otro lado… No se lo cree ni ella.

Lorena: ¿De quién hablas? ¿Qué dices?

Diana: El chico con el que estaba esa estúpida a punto de besarse, se cree que soy boba y no me di cuenta.

Lorena: ¿Qué chico?

Diana: Un tal Óscar, dice que fue compañero de la secundaria. ¿Cómo la ves?

Lorena: Ay mamá, no te metas en su vida, eso es asunto suyo.

Diana: ¿No dices que estás enamorada de Juan? Pues si esa zángana se enreda con el Óscar ese, te quedaría el camino libre con tu peoncito.

Lorena: Yo ya no me voy a meter en su relación, me voy a ir al D.F. con mi hermano Álvaro e iniciar una nueva vida.

Diana: ¿Qué? ¿Cómo que te vas a la capital?



HACIENDA “CASTILLA-ALCARAZ”

Juan trabaja en la vendimia junto al resto de peones, estamos ya en otoño y es temporada de recoger la uva para el vino. Al sol, Juan recoge varios racimos y los va echando en un cesto de mimbre. Justo al mismo tiempo en que Cayetano llega montado a caballo dando órdenes. Cayetano monta un bonito ejemplar castrado de capa negra.



Cayetano: ¡Eh tú! ¡Juan! ¡Juan!

Juan: ¿Sí? Díme Cayetano.

Cayetano: A ver si vas más deprisa que no tenemos todo el día.

Juan: Hago lo que puedo… no puedo ir más rápido (Secándose el sudor de la frente con la mano)

Cayetano: Tú verás o te das más brío o te largas a cuidar los caballos.

Juan: No hay trabajo, no quedan más que cinco en la finca.

Cayetano: Pues deberías ir pensando buscar otra chamba porque en cuanto termine la vendimia no vas a tener mucho que hacer por acá.

Juan: Bueno, ya veré que hago. Hablaré con Berenice.

Cayetano: Con la señorita Berenice, perdón, tu patrona, que no se te olvide.

Juan: También es mi novia, por si no te acuerdas.

Cayetano: Qué te estés enredando con ella no quiere decir que tengas derechos. Aquí en el campo quien manda soy yo. ¿Está claro? (Desafiante)

Juan: Lo sé… (Molesto)

Cayetano: Así que si tienes algún problema, ya sabes dónde está la puerta: ¡Arre! (Azuzando al caballo con la fusta, se aleja al galope)

Juan: Estúpido Cayetano… ¡Negrero! (Enojado)


PUEBLO DE SANTA VICTORIA

En el bar del pueblo, Jéssica almuerza sentada a una de las mesas en compañía de Rodrigo, su pareja, quién tiene un pequeño receso en medio de tanto trabajo en el local.



Rodrigo: No debiste decirle eso a ese Óscar.

Jéssica: Ay que darles vidilla, hombre, no seas tonto. Es sólo para ver que hace Juan.

Rodrigo: Mi primo es muy celoso, Jess, y si ve que Óscar anda tras Berenice se va a liar una…

Jéssica: Sólo le llevó un peluche, eso no es nada.

Rodrigo: Ese chico parecía enamorado de tu amiga. ¿O qué quieres? ¿Que Berenice y Juan rompan por una broma?

Jéssica: Claro que no, yo les adoro, jamás haría nada en su contra, menso. Era sólo una picia para poner a prueba a Juan ya veo que funcionó.

Rodrigo: Hace un rato me llamó por teléfono contándome del fulano Óscar y estaba que se subía por las paredes.

Jéssica: Pues que se aguante, Berenice ya tuvo que soportar sus devaneos con la loca de Lorena y su enfado cuando le engañaron con la historia aquella del chico de la plaza.

Rodrigo: Jess, si Juan se harta, las cosas se pueden poner color de hormiga. ¿Y si ese chico logra conquistar a Berenice, qué?

Jéssica: Hablaré con Juan, pero no tiene nada que temer. Bere le quiere, no podría vivir sin él, jamás estaría con otro hombre. Yo sé como es mi amiga. Confía en mí.



HORAS MÁS TARDE

HACIENDA “CASTILLA-ALCARAZ”

En su cuarto, Lorena se encuentra haciendo la maleta. La rubia ya ha sido dada de alta y mañana se marcha a Ciudad de México con su hermano. La chica ultima los detalles de su viaje justo cuando suena su celular. Lorena toma la llamada.



Lorena: ¿Bueno?

Álvaro: Lore, soy yo.

Lorena: Hermanito… qué alegría escucharte. ¿cómo estás?

Álvaro: Bien, Lorena. ¿Y tú ya te sientes mejor? ¿Estás segura que puedes viajar?

Lorena: Si, hablé con el médico y no hay problema. Mamá ya sabe que me voy, ahora en un rato me llevará en el coche al aeropuerto de Hermosillo para tomar el avión.

Álvaro: ¿A qué horas llegas al D.F.? Para ir a buscarte. (Sonríe)

Lorena: Creo que sobre las 10 de la noche, más o menos.

Álvaro: Ok, bueno pues a esa hora estaré allá. Por cierto mañana te voy a presentar a mi novia.

Lorena: ¿En serio? ¿Ya tienes novia? Qué bien, no sabes cuánto me alegro por ti. (Sonríe)

Álvaro: Bueno, ahí andamos aunque todavía no es nada formal, se llama Nuria. (Sonríe)


Al mismo tiempo, en la habitación de Berenice y Juan, la pareja protagonista mantiene una fuerte discusión.



Juan: ¡Es el colmo! ¡El colmo que ese tipo se atreviera a regalarte un muñeco! ¿Pero qué se ha creído ese payaso? (Celoso)

Berenice: Por favor, mi amor… cálmate.

Juan: ¡No me digas mi amor, por favor! Ya son dos veces que le veo babeando por ti en mi cara. ¿Cómo crees que me siento? Dime.

Berenice: Pero si Óscar es sólo un viejo amigo, ya te lo he dicho, no seas así.

Juan: Si, pues menudo amigo… más “tocón”. Baboso…

Berenice: Sólo me tomó la mano, nada más.

Juan: ¿Y te parece poco? Mira Berenice, será mejor que hoy duerma en el que era mi antiguo cuarto como peón porque no estoy de humor… (Molesto)

Berenice: No te vayas así, Juan… (Preocupada)

Juan: ¿Y qué quieres que haga? Aquí no pasa nada, todo bien, un galán anda tras mi novia pero no me preocupo… (Celoso) ¿Eso quieres?

Berenice: (Sonríe) Juan…

Juan: ¡No te rías, que no tiene ninguna gracia!

Berenice: No me río de ti, me río de la situación. Es la primera vez que te pones así por mí y me encanta.

Juan: Sí claro, que bien… (Enojado)

Ella se le acerca y le toma de la cara con ternura.

Berenice: Mírame, Juan, por favor…

Juan: ¿Qué…? (Con los ojos tristes pero enojado igualmente)

Berenice: Te quiero.

Juan: Y yo a ti pero…

Berenice: Pero nada, Óscar es sólo un amigo, yo le he dicho lo que tengo contigo y eso es lo único que importa, que te amo. (Sonríe)

Juan: Yo también te amo.

Berenice: Anda enojón… que eres más celoso… (Burlándose)

Juan: No te burles que te doy eh… (Se le salta la risa)

Berenice: ¿Quieres pelea? (Agarrando una almohada de la cama) ¡Pues toma pelea! (Sacudiéndole con ella)

Juan: Jajaja ¡Noooo! ¡guerra de almohadones nooo! (Tapándose de la cabeza)

Berenice: Jajajajaja. ¡Toma por celoso! ¡Y esta por tonto! (Sonríe)

Pero él le quita la almohada y la echa sobre la cama, Juan, sobre Berenice comienza a besarla a recorrer su cuerpo con sus manos. Ambos comienzan a desvestirse lentamente para hacer el amor.


CIUDAD DE MÉXICO

BODEGAS “CASTILLA-ALCARAZ”

En el despacho de Álvaro, el hermano de Lorena charla con Nuria.



Nuria: ¿Entonces tu hermana se muda a la ciudad?

Álvaro: Sí llegará en unas horas, voy a ir a buscarla al aeropuerto así que tengo que salir antes.

Nuria: Ok, no te olvide decirle al gerente sobre mi contrato. Se acerca la fecha de vencimiento y no sé si me van a renovar como secretaria.

Álvaro: No te preocupes, seguro sigues acá con nosotros. Oye… quería pedirte algo.

Nuria: ¿El qué?

Álvaro: Sé que estás embarazada, sé que todavía no sientes lo mismo por mí que yo por ti pero… yo… bueno, quería pedirte si… ¿Quieres ser mi novia?

Nuria: ¿Qué? ¿Tu novia? (Sorprendida)

Álvaro: Por favor… (Sonríe) Te prometo que sería un papá para tu bebé. ¿Qué dices?

Nuria: Álvaro… (Se le saltan las lágrimas)

Álvaro: Te quiero Nuria, me he enamorado de ti y… yo… (Bajando la mirada)

Nuria: Yo también te quiero. (Sonríe dulce)

Álvaro: ¿En serio? (Alzando la mirada, sonríe)

Nuria: Sí y estoy dispuesta a intentarlo contigo porque sé que eres un chico muy especial.

Álvaro: ¿Eso quiere decir que ya no amas a Juan? Dime la verdad.

Nuria: Le quise mucho pero ya no siento lo mismo… ha pasado mucho tiempo y en este tiempo me he dado cuenta de cómo eres y he comenzado a sentir cosas por ti que jamás pensé me volvieran a pasar en mi corazón.

Álvaro: Eres tan dulce… (Sonríe acariciándole la mejilla)

Nuria: Y tú también...

Justo en ese momento Álvaro acerca cada vez más sus labios a los de la joven. Finalmente ambos se funden en un romántico beso, escuchamos música.

Servando y Florentino – Devuélveme la vida

Devuélveme la vida, que te llevaste un día
Devuélveme la risa, la que tuve y no sabía
Devuélveme mi alma, la compañía de la calma
Devuélveme la fuerza, que se perdió entre toda mi inocencia


AEROPUERTO DE HERMOSILLO

En la zona de salidas, Diana se despide de su hija Lorena.




Diana: Ójala te vaya bien allá en la capital. Da muchos besos a tu hermano y dile que pronto iré a visitarlos.

Lorena: Ok, mamá, cuídate mucho. Nos vemos pronto. (Sonríe)

Diana: Chao hija… tú también. (Triste)


HACIENDA “CASTILLA-ALCARAZ”

En el dormitorio de Berenice, la joven y Juan hacen el amor abrazados entre las sábanas de la cama, ya es de noche. Juan y Berenice se dan la mano mientras se aman sin medida. El chico recorre su cuerpo con sus besos, ella le acaricia la espalda mientras hacen el amor.



Juan: Te amo (Se besan)

Berenice: Y yo a ti, Juan (Se besan)

La pareja se ama a la luz de la luna que a esa hora de la noche entra por la ventana de la recámara. Escuchamos música.

Alexander Acha – Amor sincero

Haces que mi alma sienta amor de nuevo
Haces que a tu lado ya no sienta miedo
Haces que mi corazón ya no este ciego
Porque puedo ver en ti que esto es amor sincero
Haces que te quiera más, un poco más
Llegas y te quiero más de lo que ya quiero…


CARRETERA SANTA VICTORIA-GUAYMAS

Cayetano va manejando su carro rumbo a Guaymas donde ha quedado con unos amigos para salir de fiesta a un conocido antro de la ciudad. El hombre conduce en medio de la noche ya casi llegando a la capital por una carretera paralela a la costa. En ese momento un camión llega de frente por el otro lado de la carretera. El villano trata de frenar pero el carro no responde, le han cortado los frenos.



Cayetano: ¿Pero qué demonios…? (Pisando el freno sin éxito)

El capataz se ve obligado a pegar un brusco volantazo y sin remedio el coche se sale de la calzada abruptamente, cayendo por un acantilado de varios metros de altura hacia el mar. El auto explota en mitad de la noche junto a las olas. Acto seguido, otro auto se acerca al barranco para confirmar la tragedia. Cayetano muere abrasado en un accidente provocado… ¿Provocado por quién?




AL DÍA SIGUIENTE

HACIENDA “CASTILLA-ALCARAZ”

Juan se encuentra trabajando en los corrales, echando de comer a los pocos caballos que quedan en la hacienda. Hace calor y está sin camisa, justo en ese preciso momento aparece en el rancho nada más y nada menos que Raquel quién ha ido a hacer una visita de “cortesía” a Berenice. La explosiva joven baja de su carro y lo ve con deseo. Raquel le mira de arriba abajo, acercándosele.



Raquel: Hola guapo… (Mordiéndose el labio)

Juan: Buenos días, señorita. ¿Se le ofrece algo?

Raquel: Sí… (Pensando: de todo contigo, muñecote)

Juan: Si desea hablar con la patrona, está en la casa. (Sonríe)

Raquel: Precisamente con ella quiero hablar, somos… digamos… viejas amigas, tú sabes.

Juan: Ahm… (Echando agua en unos bebederos con un cubo)

Raquel: ¿Y a todo esto… tú cómo te llamas?

Juan: Juan, señorita. (Dándole la espalda, sigue a su trabajo)

La villana piensa en silencio para sí…

Raquel: Así que tú eres el tal Juan, interesante… Vaya, vaya... el muñeco es el peón que decia Daniel... (Mirándole con deseo) Prepárate Berenice, porque te voy a quitar el novio... (Sonríe con picardía)


CONTINUARÁ…

viernes, 16 de noviembre de 2012

En el próximo capítulo...

HACIENDA "LA MIRANDESA"

Una escultural y atractiva joven de cabello oscuro y sensuales y provocadoras curvas desciende de un elegante y lujoso descapotable negro. Únicamente podemos ver sus piernas, un vestido negro ajustando cada rincón de su cuerpo, un sugerente escote y finalmente un pícaro rostro con mucho maquillaje. La joven lleva puestas unas gafas de sol... A las puertas de la mansión le recibe Daniel Miranda.

Daniel: Vaya, vaya, mira quién tenemos acá, la mismísima Raquel Miranda. Cuanto tiempo primita... ¿A qué debo el honor de tu visita?

Escuchamos música incidental.


Junto al coche, la villana voltea, el viento ondea su cabello, la misteriosa joven se quita las gafas y en primer plano su rostro llena la imagen. Raquel es prima de Daniel y acaba de llegar a Santa Victoria.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Angelique Boyer llega a “Berenice”

La popular actriz se incorpora al elenco de la novela para convertirse en la nueva antagonista tras la salida del personaje interpretado por Altair Jarabo quien en breve dejará la novela. La Boyer comenzó hace poco las grabaciones y la veremos ya en el capítulo 21. Su personaje se llama Raquel Miranda y es prima de Daniel.